(Filatelia)
Luis Armando Montes de Oca Reyes
Sin duda alguna no todos los
hombres piensa igual acerca del coleccionismo; unos se refieren a él como una
pérdida de tiempo y que es para la gente que no tiene nada que hacer; otros
señalan que es un buen regocijo de perder el tiempo en lo que más les gusta y
apasiona. Por mi parte el coleccionismo es una manera de cultivarse y labrarse en
todos los aspectos, es decir: políticos, económicos, sociales, científicos,
filosóficos, tecnológicos, geográficos, ecológicos, históricos, religiosos y
artísticos. En fin grandes y maravillosos temas.
Realmente el coleccionismo es
prodigioso, estupendo, fantástico, asombroso, pues te transporta a lo
desconocido, coleccionar es un arte extraordinario, admirable, cultural y
sobresaliente en el pensamiento del ser humano coherente, racional y de firmes
convicciones. Hombre cabal, sincero y buenos principios que dan fe, razón y
credibilidad de quehacer artesanal.
En relación con lo anterior
podemos preguntarnos, ¿Qué es una colección?, ¿Cómo se forma una colección?,
¿Qué se puede coleccionar?, ¿Cómo se organiza una colección?, por tanto una
colección es una reunión o bien un conjunto de objetos, de artículos que tienen
mucha relación entre si entre los que destacan: discos, libros, llaveros,
carritos, bolsas de mano, revistas, botellas de vino, paquetes de
preservativos, cajas de cigarros, cajas de cerrillos, latas de refresco entre
otras cosas <prendas diminutas femeninas>. Lo más recomendable para
organizar una buena colección, es hacerlo por temáticas, países, orden alfabético,
variedades, tamaños, colores, formas, orden cronológico y numérico, estilos,
modos o simplemente por gusto propio como quienes recuerdan sus amores
primaverales hasta los otoñales. No obstante, los nombres de las colecciones
son los siguientes: 1) filatélicos, 2) numismáticos, 3) chip y 4)
anticuario.
En los primeros encontramos
sellos y timbres postales; en los segundos destacan monedas y billetes; en los
terceros podemos ver las tarjetas telefónicas; y en el cuarto grupo, se
manifiestan documentos y obras antiguas. A juicio personal hablaré de la
filatelia que si bien es un gusto, una afición por coleccionar sobres,
documentos postales, sellos y estampillas. Si hacemos historia: “en 1865 se
incorporó en el idioma francés la palabra philatelie
derivada de las voces griegas que según algunos significan amistad y exención
de impuestos, y según otros, amistad y distancia. En diversas lenguas se siguió
el ejemplo del francés, creándose una nueva palabra con la misma etimología”,
(Enciclopedia Barsa, Tomo 7, año 1988, Pág. 54). Y luego se puede decir que:
“cuando por definición académica el significado de este vocablo se limita al
<arte que trata del conocimiento de
los sellos, principalmente de los correos>, se ha extendido su empleo para
abarcar también la afición a coleccionar sellos de correo”, (Ibídem). Han
transcurrido casi dos siglos y todavía se sigue teniendo una tradición, un
conocimiento, una cultura que espero se cuide y se preserve por siempre y para
siempre en la mente de todos los coleccionistas del mundo.
Por consiguiente, el
coleccionista se pregunta, ¿La filatelia será un pasatiempo o un mero descanso
individual y moral del hombre?, quien se contesta: “no se sabe cómo ni cuándo
nació la afición de coleccionar sellos de correo. Hay razones para suponer que
este pasatiempo haya nacido simultáneamente en varios países, en forma
específica. El hecho es que ya en 1862
existían coleccionadores de sellos en Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica y
los EEUU”, (Ibíd. Pág. 56). El coleccionar es un arte de pasar el tiempo, de
vagar, el coleccionar va más allá del tiempo y de la historia que hablaba. “En
1861 vieron la luz los primeros catálogos para filatelistas y un año después se
pusieron a la venta álbumes especiales para coleccionar los sellos en forma
metódica. No tardaron en aparecer multitud de periódicos y revistas dedicados
exclusivamente a la filatelia. A medida que crecía la popularidad del nuevo
pasatiempo se multiplicaba el número de tales órganos de divulgación. Se crearon asociaciones de filatelistas en
todos los países y, a partir de 1881 comenzaron a celebrarse anualmente,
algunas de carácter internacional”, (Ibídem).
El coleccionismo es una
distracción fenomenal de colecciones, compiles y recopiles. Coleccionar sellos se
trata de estudiar las mismas características de las estampillas; hablar de los
correos y las postas; más que nada significa creación y hacer tradición. Ahora
veamos, <el cambio y el giro> de los timbres de antaño a nuestra época.
¿Cuáles son las diferencias de las estampillas de los años pasados al día de
hoy? ¿Qué se busca al coleccionar timbres? ¿Qué figuras de la ciencia, de la
filosofía, astronomía, política y de la historia aparecen en dichos sellos? En
sí: “hay particularidades que distinguen los sellos de las diferentes emisiones
y son las que determinan el valor que a cada tipo se le asigna en los catálogos
filatélicos. Entre las principales figuran: el papel, la filigrana, el recorte
o el dentellado producido por las perforaciones, el engomado y las pequeñas diferencias
de dibujo”, (Ibíd. Pág. 57). De este modo logramos anexar que: “se toman en
cuenta también, de manera prominente, las faltas o defectos que pudieran
exhibir los sellos. Generalmente se consideran de mayor merito, por ser más
raros, no los sellos más recientes o los más antiguos, sino aquellos que han
sido retirados inesperadamente de la circulación por haberse descubierto algún
error de dibujo o la impresión”, (Ibídem).
En las estampillas aparecen monumentos, deportistas, pinturas, figuras, flora
y fauna, historia postal, botánica, zoología, personajes ilustres, artesanías,
caricaturas y asuntos de interés para los coleccionistas como barcos, aviones,
trenes, boy scouts, transporte, entre otros más.
Amigos lectores quién no recuerda
hace algunos años al recibir una carta del ser amado, de la amiga, o de un
familiar y era más bonito. Se era más feliz y placentero, más dichoso y
halagador; por consiguiente al abrir dicha misiva del remitente era
sensacional. No que ahora con el mentado Internet ya casi no se reciben cartas,
ahora se utiliza el correo electrónico, facebook, y es muy raro escuchar al
cartero con su silbato y en su tradicional bicicleta. Al respecto de los
carteros es que <su mayor ilusión ser ascendidos a buzones>. Pero bueno,
eso es otra historia, por lo que a mí respecta cada quien su rollo de escribir donde y como
sea bajo sus condiciones y posibilidades. En mi caso me era y me es grato
recibir una carta que un email. El coleccionismo nos hace reflexionar, pensar y
analizar. La colección más importante de mi vida hacer mi vida con mi mujer
quien me dio dos hermosos hijos; a quienes amo con toda mi alma y profundamente
son todo para mí; cual historia jamás volverá a repetirse…cual fragancia y
tormenta de verano, mirando al infinito hacia el mismísimo infinito que nunca más
debió de existir. Finalmente el coleccionismo es una forma de expresarse.
Continuara con el tema de la numismática.
*Escritor colimense.
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