lunes, 20 de octubre de 2014

Coleccionismo

(Filatelia)


Luis Armando Montes de Oca Reyes


Sin duda alguna no todos los hombres piensa igual acerca del coleccionismo; unos se refieren a él como una pérdida de tiempo y que es para la gente que no tiene nada que hacer; otros señalan que es un buen regocijo de perder el tiempo en lo que más les gusta y apasiona. Por mi parte el coleccionismo es una manera de cultivarse y labrarse en todos los aspectos, es decir: políticos, económicos, sociales, científicos, filosóficos, tecnológicos, geográficos, ecológicos, históricos, religiosos y artísticos. En fin grandes y maravillosos temas. 



Realmente el coleccionismo es prodigioso, estupendo, fantástico, asombroso, pues te transporta a lo desconocido, coleccionar es un arte extraordinario, admirable, cultural y sobresaliente en el pensamiento del ser humano coherente, racional y de firmes convicciones. Hombre cabal, sincero y buenos principios que dan fe, razón y credibilidad de quehacer artesanal.

En relación con lo anterior podemos preguntarnos, ¿Qué es una colección?, ¿Cómo se forma una colección?, ¿Qué se puede coleccionar?, ¿Cómo se organiza una colección?, por tanto una colección es una reunión o bien un conjunto de objetos, de artículos que tienen mucha relación entre si entre los que destacan: discos, libros, llaveros, carritos, bolsas de mano, revistas, botellas de vino, paquetes de preservativos, cajas de cigarros, cajas de cerrillos, latas de refresco entre otras cosas <prendas diminutas femeninas>. Lo más recomendable para organizar una buena colección, es hacerlo por temáticas, países, orden alfabético, variedades, tamaños, colores, formas, orden cronológico y numérico, estilos, modos o simplemente por gusto propio como quienes recuerdan sus amores primaverales hasta los otoñales. No obstante, los nombres de las colecciones son los siguientes: 1) filatélicos, 2) numismáticos, 3) chip y 4) anticuario.  

En los primeros encontramos sellos y timbres postales; en los segundos destacan monedas y billetes; en los terceros podemos ver las tarjetas telefónicas; y en el cuarto grupo, se manifiestan documentos y obras antiguas. A juicio personal hablaré de la filatelia que si bien es un gusto, una afición por coleccionar sobres, documentos postales, sellos y estampillas. Si hacemos historia: “en 1865 se incorporó en el idioma francés la palabra philatelie derivada de las voces griegas que según algunos significan amistad y exención de impuestos, y según otros, amistad y distancia. En diversas lenguas se siguió el ejemplo del francés, creándose una nueva palabra con la misma etimología”, (Enciclopedia Barsa, Tomo 7, año 1988, Pág. 54). Y luego se puede decir que: “cuando por definición académica el significado de este vocablo se limita al <arte que trata del conocimiento  de los sellos, principalmente de los correos>, se ha extendido su empleo para abarcar también la afición a coleccionar sellos de correo”, (Ibídem). Han transcurrido casi dos siglos y todavía se sigue teniendo una tradición, un conocimiento, una cultura que espero se cuide y se preserve por siempre y para siempre en la mente de todos los coleccionistas del mundo.

Por consiguiente, el coleccionista se pregunta, ¿La filatelia será un pasatiempo o un mero descanso individual y moral del hombre?, quien se contesta: “no se sabe cómo ni cuándo nació la afición de coleccionar sellos de correo. Hay razones para suponer que este pasatiempo haya nacido simultáneamente en varios países, en forma específica.  El hecho es que ya en 1862 existían coleccionadores de sellos en Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica y los EEUU”, (Ibíd. Pág. 56). El coleccionar es un arte de pasar el tiempo, de vagar, el coleccionar va más allá del tiempo y de la historia que hablaba. “En 1861 vieron la luz los primeros catálogos para filatelistas y un año después se pusieron a la venta álbumes especiales para coleccionar los sellos en forma metódica. No tardaron en aparecer multitud de periódicos y revistas dedicados exclusivamente a la filatelia. A medida que crecía la popularidad del nuevo pasatiempo se multiplicaba el número de tales órganos de divulgación.  Se crearon asociaciones de filatelistas en todos los países y, a partir de 1881 comenzaron a celebrarse anualmente, algunas de carácter internacional”, (Ibídem).

El coleccionismo es una distracción fenomenal de colecciones, compiles y recopiles. Coleccionar sellos se trata de estudiar las mismas características de las estampillas; hablar de los correos y las postas; más que nada significa creación y hacer tradición. Ahora veamos, <el cambio y el giro> de los timbres de antaño a nuestra época. ¿Cuáles son las diferencias de las estampillas de los años pasados al día de hoy? ¿Qué se busca al coleccionar timbres? ¿Qué figuras de la ciencia, de la filosofía, astronomía, política y de la historia aparecen en dichos sellos? En sí: “hay particularidades que distinguen los sellos de las diferentes emisiones y son las que determinan el valor que a cada tipo se le asigna en los catálogos filatélicos. Entre las principales figuran: el papel, la filigrana, el recorte o el dentellado producido por las perforaciones, el engomado y las pequeñas diferencias de dibujo”, (Ibíd. Pág. 57). De este modo logramos anexar que: “se toman en cuenta también, de manera prominente, las faltas o defectos que pudieran exhibir los sellos. Generalmente se consideran de mayor merito, por ser más raros, no los sellos más recientes o los más antiguos, sino aquellos que han sido retirados inesperadamente de la circulación por haberse descubierto algún error de dibujo o la impresión”, (Ibídem). En las estampillas aparecen monumentos, deportistas, pinturas, figuras, flora y fauna, historia postal, botánica, zoología, personajes ilustres, artesanías, caricaturas y asuntos de interés para los coleccionistas como barcos, aviones, trenes, boy scouts, transporte, entre otros más.

Amigos lectores quién no recuerda hace algunos años al recibir una carta del ser amado, de la amiga, o de un familiar y era más bonito. Se era más feliz y placentero, más dichoso y halagador; por consiguiente al abrir dicha misiva del remitente era sensacional. No que ahora con el mentado Internet ya casi no se reciben cartas, ahora se utiliza el correo electrónico, facebook, y es muy raro escuchar al cartero con su silbato y en su tradicional bicicleta. Al respecto de los carteros es que <su mayor ilusión ser ascendidos a buzones>. Pero bueno, eso es otra historia, por lo que a mí respecta  cada quien su rollo de escribir donde y como sea bajo sus condiciones y posibilidades. En mi caso me era y me es grato recibir una carta que un email. El coleccionismo nos hace reflexionar, pensar y analizar. La colección más importante de mi vida hacer mi vida con mi mujer quien me dio dos hermosos hijos; a quienes amo con toda mi alma y profundamente son todo para mí; cual historia jamás volverá a repetirse…cual fragancia y tormenta de verano, mirando al infinito hacia el mismísimo infinito que nunca más debió de existir. Finalmente el coleccionismo es una forma de expresarse. Continuara con el tema de la numismática.


*Escritor colimense.

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